El yacimiento arqueológico del Salto de la Novia, ubicado en pleno Valle de Ricote (Ulea-Ojós), junto al río Segura, va a ser objeto de una nueva excavación, centrada en la llamada puerta monumental, localizada en la muralla, conexión con el paso de ronda y acceso a la terraza superior, gracias a una subvención de 47.000 euros, según anunció esta semana José Francisco, durante una visita al yacimiento.
Se trata de un asentamiento de época tardorromana de entre los siglos IV y VI, con entidad de ciudad fortificada. Su uso no solamente se reduce a esta etapa histórica, sino que posiblemente hubo una ocupación durante la época ibérica y, posteriormente, a lo largo del período andalusí, en el que se ubica la Pila de la Reina Mora.
Fue declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, en el año 2015, delimitándose también en aquel momento su entorno de protección. Se trata de un lugar que engloba naturaleza e historia y tiene un gran valor arqueológico y paisajístico.
A principios de los años 70 del siglo XX se realizaron las primeras excavaciones en el yacimiento, quedando luego olvidado durante casi cincuenta años. Fue en el último trimestre de 2019 cuando se recuperaron los trabajos de limpieza, conservación, restauración y puesta en valor de las estructuras excavadas. En aquella ocasión se contó con la cofinanciación del Ayuntamiento de Ulea, y el proyecto fue ejecutado por la empresa Arqueonaturaleza, con la participación de auxiliares de la localidad.
De los resultados de la intervención de 2019 destacan, entre otros aspectos, la aparición de un nuevo tramo de muralla de 20 metros de longitud. Su ancho varía de 0,90 a casi 4 metros y su alzado va desde 2,70 metros en la zona de la escalera hasta 3,50 metros junto a la puerta. En la zona Este se localizó la posible puerta monumental de entrada a este poblamiento.
Ahora, la investigación más en profundidad de esta zona permitirá conocer el tipo de entrada al asentamiento fortificado de al menos una de las puertas de acceso al yacimiento, si se realizaba a través de escalones o bien de rampas para salvar los desniveles. También se podrán asociar estas estructuras a una cronología concreta, debido a que se conocen fechas generales de ocupación, pero no fechas específicas de fundación de nueva planta de este asentamiento, por lo que quizás se podría ampliar la ocupación cronológica del yacimiento a mediados del siglo III.
Con esta intervención, y tras conocer cómo se encuentran los restos arqueológicos, no se descarta en un futuro, tras salvar los desniveles que hay actualmente, plantear el acceso al yacimiento a través de la puerta monumental.